San Sebastián en otoño, aún más bonita

¡Descubre la magia de Artikutza!

 

 

 

Donostia siempre es bonita y por eso nos encanta. Pero debemos reconocer, al igual que otros muchos rincones del País Vasco, San Sebastián en otoño se vuelve especialmente preciosa, cuando se viste con sus mejores galas y luce su lado más romántico y enternecedor. Y es que nuestra ciudad es mucho más que edificios señoriales y pintxos, muchísimo más, y gracias a los parques naturales con los que contamos, los donostiarras gozamos del espectáculo que supone el cambio estacional.

En otoño los árboles comienzan a perder el hermoso traje verde con el que se engalanaron en primavera. Las hojas más persistentes, colgados de un hilo por las ramas, adoptan tonalidades amarillentas, rojizas y amarronadas, como si de la paleta de un pintor se tratara. Una vez que los árboles se desnudan del todo, la hojarasca decora los parques con sutiles alfombras.

Además del aspecto, hay otros factores que despuntan en esta estación, como la tranquilidad que se palpita tras la marcha masiva de los turistas, o la agradable temperatura que invita a pasear tranquilamente por la ciudad y sus alrededores.

 

 

Disfrutemos de nuestros montes

 

Dejar atrás la temporada de playa no significa que tengamos que perder el contacto con la naturaleza hasta el año que viene, no al menos en San Sebastián. La ciudad está rodeada montañas y bosques que esconden deliciosas setas, avellanas y castañas. Así que ¿por qué no cambiar el surfing por el senderismo?

No hace falta ser un montañero experto para salir a pasear a los entornos naturales, pero eso sí, recomendamos calzar unas buenas botas para que las condiciones naturales no os limiten. Salir a pasear puede ser un plan estupendo para relajarse y concederse a uno mismo un tiempo privilegiado, un lapso de tiempo para conectar con la naturaleza y con uno mismo a la vez.

Del mismo modo, el senderismo es el método perfecto para reunir a la familia. Nada como meter unos bocatas y algo de beber en la mochila, calzarse las botas de monte y partir hacia la montaña para conversar de todo eso que no tenemos “tiempo” de comentar en el ajetreo diario. Si la excursión se da en otoño, no olvidéis llevar una bolsa en la mochila para recoger los obsequios que nos ofrece la naturaleza.

 

 

En Oh My Walk! conocemos el destino perfecto para este tipo de planes. ¿Nos dejáis aconsejaros?

 

Artikutza, la morada de las hayas

 

¿Sabíais que San Sebastián, dentro de sus límites municipales, cuenta con una finca que curiosamente pertenece a Navarra? ¿Suena algo extraño, verdad? Este paraíso terrenal situado en Goizueta (Navarra), tiene una historia muy curiosa.

El parque natural de Artikutza fue comprado por el ayuntamiento de San Sebastián en 1919 para abastecer las necesidades de agua de sus ciudadanos. Para asegurarse de que el agua se mantuviera limpia, ordenaron cercar el paso del ganado a la finca y se construyó una carretera de acceso al poblado.

El desarrollo demográfico de la ciudad exigía cada vez una mayor cantidad de agua, y ante tal situación, entre 1947 y 1953 se construyó la “última cicatriz humana de Artikutza”, o lo que es lo mismo, el embalse de Enobieta. Al contrario de las previsiones, el embalse resultó ser insuficiente para las crecientes necesidades de agua potable de San Sebastián. Además, a causa de la muerte de 40 donostiarras por tifus, se realizaron varios análisis de agua revelando que el río Añarbe estaba infectado por este virus. Fueron motivos suficientes para que Artikutza dejara de ser la fuente de agua de San Sebastián y pasara a ser una reserva natural y de agua.

 

Fuente: @DonoSStiaoculta

 

Con el objetivo de que la masificación no altere este precioso paraje natural, Artikutza está protegido por el Consorcio de Aguas desde comienzos del siglo XXI, de modo que sólo un cupo diario de personas y vehículos pueden acceder a él. Cada 28 de agosto, coincidiendo con la festividad de San Agustín, el acceso es libre para todo el que quiera. El resto del año, es necesario solicitar permiso con antelación al Servicio de Aguas de Donostia.

Esta reserva natural cuenta con 3.645 hectáreas, de las cuales, el 80% son de bosque y el agua forma un 3% de la superficie. Aunque las más pronunciadas sean las hayas, son varias las especies de árboles que podemos ver en Artikutza; robles, tejos, álamos y castaños. La fauna, con reptiles, corzos, ardillas y aves de todo tipos, también es muy abundante.

Además de las características naturales, las huellas históricas hacen de esta reserva un lugar especial. En Artikutza podemos ver desde prehistóricos monumentos megalíticos, hasta trazados de ferrocarriles mineros y molinos de agua.

¿Os imagináis la estampa que se produce en otoño en un lugar como este? Artikutza es preciosa durante todo el año, pero durante esta estación, es especialmente mágico. Por eso, si sois amantes de la fotografía y os gusta inmortalizar todo aquello que os rodea, no os olvidéis de meter la cámara fotográfica en la mochila, de lo contrario, os vais a arrepentir.

 

Fuente: Wikimedia

 

Desconectar para conectar con uno mismo

 

Aunque en el siglo XXI parece que la vida se detiene cuando no hay conexión a internet, para nosotros, la falta de cobertura en casi todo este entorno natural es una de sus características más atractivas. Sin nada que nos distraiga la experiencia de pasear y conectar con la naturaleza es mucho más intensa.

En Artikutza, el canto de los pájaros, el aire puro libre de contaminación y las maravillosas vistas, hacen que los visitantes viajen otro estado, un estado de relajación y bienestar.

 

¿Cómo llegar a Artikutza?

 

Para acceder a Artikutza existen varias opciones. Si vais en coche desde San Sebastián deberéis tomar la carretera GI- 3410 y la NA-4150 más adelante. Pero también se puede acceder a pie desde Oiartzun, Goizueta, Zubieta, Arantza o Lesaka.

En Oh My Walk! pensamos que conocer San Sebastián es conocer también sus lugares más recónditos, especiales y mágicos. Sin duda alguna Artikutza es uno de ellos y por eso os invitamos a conocer todos sus recovecos. Tal vez deberíamos de plantear una nueva ruta Oh My Walk! a Artikutza, ¿no os parece?

¿Os gustaría descubrir este maravilloso entorno con nosotros? ¡Respondenos con un comentario!